Cuando se trata de su boca, probablemente considere que los dientes y las encías son dos de los componentes más importantes. Aún así, muchas veces damos por hecho su presencia y sus funciones. Sin embargo, cuando alguno de los dos presenta molestias, no podemos dejar de pensar en eso. Es difícil seguir una rutina diaria si se sienten molestias en la boca. Por eso, es indispensable aprender acerca de la causa principal de la molestia y cómo tratarla. Ya sea que tenga sensibilidad en las encías o en los dientes, cualquiera de las dos puede causar malestar. Veamos cuáles son las diferencias entre la sensibilidad de las encías y la de los dientes, así como sus causas y opciones de tratamiento.
¿Por qué tengo dolor en las encías de la boca?
La sensibilidad de las encías es una forma de irritación que se origina en las encías. A veces, se puede confundir con sensibilidad dental. Es más frecuente que notemos el dolor cuando afecta los dientes en lugar de pensar en las encías como fuente de la molestia. Con el tiempo, sin embargo, se dará cuenta de que la sensibilidad está en las encías y que no ha llegado a los dientes.
Si usted cree tener síntomas de esta afección, hay algunos síntomas particulares a los que puede prestar atención. La sensibilidad de las encías puede ser el resultado de problemas como la gingivitis, una inflamación de las encías que marca la etapa inicial de la enfermedad.
Estas son otras señales de la gingivitis:
Encías hinchadas y adoloridas
Encías que sangran con facilidad y se ven enrojecidas
Mal aliento
Las encías retraídas son una afección a tener en cuenta a medida que la gingivitis se convierte en una forma más avanzada de la enfermedad. Con las encías retraídas, aparecen las molestias. La sensibilidad de las encías que resulta de la gingivitis o de la enfermedad periodontal (una forma avanzada de la enfermedad de las encías en la que los dientes se pueden aflojar) suele provocarse por una mala higiene bucal. La principal culpable de esta sensibilidad es la placa bacteriana. A medida que se acumula a lo largo del borde de las encías, se endurece y se transforma en sarro para entrar en la etapa avanzada de la enfermedad de las encías si no se trata. Aunque el principal factor causante de la enfermedad de las encías es una mala higiene bucal, otros factores incluyen la diabetes, el tabaquismo, la mala nutrición, la obesidad, la genética e incluso los cambios hormonales, por ejemplo, durante el embarazo.
Sensibilidad dental
La sensibilidad dental es un problema común y tiene sus propios síntomas notables. Podría estremecerse de pronto al lavarse los dientes o al usar hilo dental en ciertas zonas, sufrir dolor dental al comer o beber algo frío o incluso podría tener la misma sensación al consumir algo caliente, ácido o dulce.
Tal como lo indicala Fundación Best, la sensibilidad dental puede tener varias causas, algunas de las cuales pueden ser similares a las del dolor de encías.
Las causas de la sensibilidad dental incluyen:
Caries y dientes fracturados
Encías retraídas
Restauraciones mal ajustadas
Enfermedad de encías
Rechinar los dientes
Cepillarse los dientes con demasiada fuerza
Todo lo anterior puede hacer que la dentina, la capa interior de los dientes, quede expuesta. Por encima de las raíces, el esmalte es la capa protectora que cubre los dientes. Debajo, las raíces están cubiertas por una capa protectora ligeramente diferente, conocida como cemento. Si algo desgasta o daña estas capas protectoras, la dentina corre el riesgo de quedar expuesta. Una vez que esto pasa, aparece la sensibilidad dental.
Tratamiento y prevención
Aunque tanto la sensibilidad de las encías como la de los dientes pueden generar problemas de salud bucal graves, ambas se pueden tratar y prevenir con facilidad. Y, a pesar de sus similitudes, tienen causas y síntomas diferentes entre sí. Sin embargo, la clave para la prevención de la sensibilidad dental y de encías es la misma: tener una excelente rutina de cuidado oral.
Esto empieza por cepillarse los dientes dos veces al día. Se recomienda usar una pasta dental que sirva para combatir la placa y la gingivitis, ya que ambas producen sensibilidad de dientes y encías. Limpiar los espacios entre los dientes (conocido como limpieza interdental) una vez al día ayudará a eliminar las bacterias difíciles de alcanzar que se convierten en placa. Tal vez le desagrade la idea de adoptar el hábito diario de usar hilo dental si tiene sensibilidad de las encías entre los dientes. En estos casos, puede probar otros métodos de limpieza interdental, como usar un irrigador de agua, que causa menos molestias en la boca, pero es igual de eficaz. Llevar una dieta nutritiva, no fumar, usar un protector bucal si rechina los dientes y adoptar otras medidas de prevención también le ayudarán a mantener la boca sana.
Puede que el profesional de salud dental le recomiende la aplicación de un suero desensibilizante o una capa de flúor durante la consulta odontológica para reducir la sensibilidad. Las pastas dentales desensibilizantes y las pastas de dientes con alto contenido de flúor son tratamientos caseros comunes para los dientes sensibles. Aunque el esmalte no se puede regenerar, es crucial empezar a tratar el problema de la sensibilidad dental en cuanto lo note por primera vez. Otras opciones para reducir la sensibilidad de dientes y encías incluyen adhesiones, injertos gingivales y endodoncias. Como siempre, el profesional de salud dental tendrá muchísima información acerca de estos temas. Dicha persona podrá guiarle por los pasos necesarios para reducir la sensibilidad dental y de las encías.
Si continúa con las revisiones dentales periódicas programadas, se compromete a seguir una rutina rigurosa de cuidados bucales y hace todo lo que pueda para vivir un estilo de vida saludable, reducirá el riesgo de padecer sensibilidad de dientes y encías con todas las herramientas bajo su control.